Testimonio de Rodolfo Prado – Generación 2013

Mirando hacia atrás, reconozco con gratitud el rol fundamental que tuvo el Colegio Alemán de Valparaíso en mi formación personal y profesional. A lo largo de los años, he podido comprobar cómo los aprendizajes adquiridos en el colegio han influido, de manera profunda y duradera, en muchas de las decisiones y etapas que han marcado mis estudios y temprana vida profesional.

Uno de esos hitos ha sido la reciente finalización del programa de Magíster en Finanzas en la Universidad de Cambridge, donde además tuve la alegría de graduarme con honores y reconocimiento por excelencia académica. Este logro representa, en muchos sentidos, la culminación de un proceso que comenzó años atrás, en las aulas del colegio.

Durante mi paso por el DSV, no solo recibí una formación académica exigente, sino también una preparación integral que abarcó aspectos valóricos, culturales y humanos. Recuerdo con especial agradecimiento a profesores que marcaron profundamente mi trayectoria, como a la profesora Rossana Arenas por su increíble dedicación, al profesor Andrés Melis por su cercanía y amabilidad y la Tante Patty Poffan por su cariño y entrega. Sus enseñanzas y su manera de acompañarnos han quedado grabadas en mi memoria con afecto y reconocimiento.

Un aspecto que valoro particularmente hoy, con la perspectiva que dan algunos años, es la solidez del programa de humanidades del colegio. A través de él comprendí la relevancia de expresarse con claridad y profundidad, tanto por escrito como de manera oral. Escribir, hablar y pensar son, en esencia, partes de un mismo proceso, y haber ejercitado esa capacidad desde joven ha sido una herramienta fundamental a lo largo de mi vida universitaria y profesional. En entornos exigentes y globales, como el de Cambridge, la capacidad de argumentar bien, de estructurar ideas con orden y de comunicarse con precisión marca una diferencia.

A la izquierda, Rodolfo Prado

Por otra parte, el enfoque pluralista del DSV —que fomenta la apertura al diálogo, el respeto por distintas perspectivas y el interés genuino por otras culturas— me permitió adaptarme con naturalidad a ambientes internacionales. Durante mis estudios en el extranjero he tenido la oportunidad de formar amistades auténticas y profundas con personas provenientes de contextos muy diversos, y he podido establecer vínculos humanos y profesionales sólidos gracias, en parte, a esa mirada amplia que el colegio promueve desde etapas tempranas.

Poder compartir esta experiencia con la comunidad escolar me llena de alegría. Confío en que mi testimonio pueda motivar a las actuales generaciones de estudiantes, recordándoles que la formación que están recibiendo ahora constituye una base sólida que los acompañará durante toda su vida. Agradezco sinceramente al Colegio Alemán de Valparaíso y a sus profesores por haber sido parte tan importante de ese camino y permanecer en mi identidad como exalumno.

Un cariñoso saludo,

Rodolfo Prado

Ex-Alumno de la Generación 2013

Ingeniero Industrial, Universidad Adolfo Ibáñez, Master of Finance en la Universidad de Cambridge

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